miércoles, 13 de abril de 2011

Amores que matan nunca mueren ;

Me pones como nerviosa, pero sin el como. Me haces temblar. Aunque no quieras, me haces reír, pero la mayoría de las veces me haces sacar mi sonrisa más tonta. Eres cariñoso, a veces, y otras veces eres un borde. Eres todo lo que necesito cuando estamos solos, y cuando no lo estamos casi que también. Lo único que no sabes hacer es agobiarme, y lo que mejor se te da, cuando quieres, sacarme de quicio. Sabes cómo hacerme enfadar, y cómo volverme la niña más feliz del mundo. Me encanta cuando sabes lo que quiero y lo que no, y cuando me dices "te lo juro", aunque ya no quieras decirlo. Odio tus días malos, son pocos, pero horribles. También odio lo poco que te ríes, y cuando me dejas mal. Me gusta peinarte, pero no que lo hagas tú. Me gusta que me dejes tus cosas, y que me hables en francés. Me encanta que recuerdes cosas que quizá incluso yo no recuerdo. Sabes que lo que más me gusta en el mundo es que me digas "te quiero", aunque también sea lo que más vergüenza me da. Si al día te suben 50 visitas, 48 son mías. Me encanta el cuadro que tienes en la habitación del ordenador de cuando eras pequeño, y las camisetas de fútbol que hay en tu cuarto. Me da envidia que tu cama sea más grande que la mia. No me gusta nada que te vayas con la moto, ni que tu corcho esté lleno de fotos del barça. Tampoco tus cambios bipolares ni que pases por debajo de los andamios. Quizá parece mucho, pero esto sólo es una pequeña parte de las cosas que a veces me apetece decirte y que, de vez en cuando, te digo. La otra parte... bueno, la otra parte tiene demasiadas cosas buenas, así que, si lo prefieres, podemos dejarlo en que te quiero.

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